GALA DEL DB5: 11/02/11

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Posted by DB5 | jueves, 27 de enero de 2011 | 5 comentarios

Título: Adiós

Director: Daniel Bermeo.

Género: Drama

Guión: Daniel Bermeo.

Reparto:
Patrick Wilson (Patrick)
Rachel Weisz (Rachel)
Cole Sprouse  (Cole)
Judi Dench (Judi)
Courtney Coxx (Mujer)
Selena Gomez (Selena)

Música: Especificada en la obra

Sinopsis: Una familia y un día antes de un viaje que cambiará sus vidas. Decisión e indecisión enfrentadas.





Argumento.

Inscripción con letras blancas.

Milwaukee, viernes 9 de julio del 2010 17h30


Se abre la pantalla y vemos el mar, a lo lejos una bella puesta de sol. Luego en un fundido en negro nos introducimos a una casa, una bella casa con apariencia moderna mezclada con antigüedad pero bien mantenida. La cámara se pasea por los pasillos de la casa; una mujer, Rachel, camina sigilosamente por los pasillos del lugar. Llega a un cuarto. Empieza a indagar entre los cajones de una cómoda: saca papeles, fotos, objetos y otros instrumentos más. Su hijo, Cole, se acerca desde atrás.
-Saldré un momento a despejarme. –dice él. Caminar.
-No vuelvas tarde. Tienes que empacar. –responde su madre, sin inmutarse y siguiendo su búsqueda.
Cole sale, dejando a su madre en su cuarto; tras varios segundos se topa con un álbum de fotos, bastante antiguo pero bien conservado; sopla sobre la pasta frontal para quitarle el exceso de polvo, lo observa con cierta admiración, lo empieza a hojear.

***
Patrick está sentado bebiendo una copa de whisky en un lugar que no se llega a identificar; alrededor suyo hay mucha gente, se oye algo de música. Un hombre se acerca y lo saluda; con algo de fastidio Patrick responde ante el saludo. Luego sale hacia un balcón. El viento azota con fuerza mientras el anochecer empieza a llegar.
-¿Pensativo? – le pregunta Diane, una amiga profesora, que está en el balcón.
-Un poco. Es bueno tener la mente distraída. –responde él.
-No te esperabas esto ¿verdad?
-Francamente no, pero ha sido agradable. Un lindo gesto de vuestra parte.
-Pues no a menudo uno de nuestros compañeros se va a trabajar a uno de los mejores institutos de este país. Eso hay que reconocer.
-Ha sido difícil de decidirlo, pero a la final siempre ganan los deseos de superación.
-Es que una oportunidad como esa no se puede escapar. Has tomado la mejor decisión.
-Sí, eso creo.
-¿Eso crees? Qué convencido que estás...
-A veces lo pienso y me siento egoísta. Por mi esposa y mi hijo lo digo. Lo discutimos mucho antes de decidirnos, lo hablamos, pero a veces siento que en realidad no lo desean, que no están preparados para todo esto…
-¿Tu lo estás?
-Debo estarlo. Sino todo es en balde…
Diane calla, mientras Patrick bebe un trago más.

***
Cole camina por la playa lentamente, como si estuviera contando sus pasos. El sol a lo lejos está brillante. No hay mucha gente. En un momento dado se sienta en la arena mirando firmemente el océano. Escuchamos el sonido de las olas chocando con la orilla. La cámara se mantiene intacta desde espaldas a Cole. Una adolescente se aproxima desde atrás (Selena). Llega y se sienta junto a él.

-Adiviné que estarías acá. –dice ella.
-Soy muy fácil de encontrar. Nunca he tenido buenos escondites.
-Sí, nunca lo has sido. La cuestión es ¿por qué hacerlo?
-¿Hacer qué?
-Tú sabes… esconderte.
Cole empieza a jugar con la arena.
-No sé; simplemente llegan momentos en donde sientes la necesidad de esconderte en vez enfrentar la realidad.
-Eso es cobardía.
-Tal vez, pero a veces es la única opción.
Fin de la música

***
Un niño juguetea con un charco de agua mientras sonríe alegre en su travesura. Judi sale de su casa con su abrigo bastante intenso, cruza la calle y toca el timbre de la casa de en frente, Rachel que se encuentra ahora en la sala sale a recibirla, se saludan con premura y se sientan a tomar té. Dialogan.
-He visto muchos cambios por aquí desde mi última visita –dice Judi observando con énfasis todo el alrededor.
-¿Le gustan?
-Por supuesto. Sacaste el talento de Elena; la decoración era lo suyo.
Rachel sonríe de manera indiscreta, mientras bebe a lentos sorbos el té.
- ¿Y cuándo se van? ¿Tienen listo todo? –pregunta con insistencia la anciana.
-Casi, mañana viajamos.
-Qué tan rápido pasa el tiempo. Aun recuerdo cuando eras una nena y tu madre te llevaba para todos lados, eras su consentida. Ella amaba esta casa y es triste ver como mañana quedará vacía.
-Los cambios ocurren, aunque no nos gusten, pero suceden.
-Qué bien que tocas el tema porque justamente veo eso en tus ojos.
Rachel se sorprende.
-No le entiendo Judi, ¿de qué habla?
-Rachel, yo siento cosas; las percibo, es como un don. Y puede estar completamente segura de tu indecisión. Esto no es lo que quieres.
Rachel enmudece.
-Eres como tu madre, tan insegura de lo que quería, tan inhibida de sus sueños, sus metas, por eso nunca llegó a ser feliz.
-No hable así de ella, ¿Cómo puede estar segura de eso?
-La conocí más que a nadie en este mundo, era su confidente. Lo que más deseaba era tu felicidad. Si no la encuentras, todo ha sido en vano.
-Soy feliz ahora.
-Lo sé, la pregunta es ¿lo serás mañana?
Rachel vuelve a silenciarse.
-La felicidad no es un destino querida, es un trayecto y tú lo construyes.
-Judi tengo una familia por quien responder, no soy una adolescente de 20 años…
-Nadie habló de dejar tu familia; solo haz lo que dicte tu corazón. Síguelo.
Rachel mira los ojos de Judi que respiran una seguridad enorme; la anciana haciendo un ademán se retira dejando a Rachel sola en la mesa quien se inunda con una mirada agobiante y melancólica. La música continúa.

***
Patrick cruza por el pasillo de la sala en la fiesta; al fondo se puede distinguir las letras “Feliz Despedida”. La gente alrededor empieza a bailar. Él se retira a pesar de muchos que insisten en que se quede, pero él se esfuerza más y con una sonrisa ligeramente fingida dejando todo, sale. Sube a su auto y emprende la marcha. Llega hasta un puente, detiene el carro; aun hay potentes rayos de sol que bañan de un encendido naranja todo el lugar; debajo del puente un sereno rio. Patrick se asoma hacia un lado del puente, apoya sus brazos sobre el barandal y contempla el atardecer. A su lado una mujer observa su presencia; esta fuma un cigarro, lleva unas gafas bien oscuras.
-¿Le gusta venir a este sitio, verdad? –comenta la mujer a Patrick, este responde afirmativamente solo con un movimiento en su cabeza. La chica prosigue.
-Lo he visto varias veces por aquí; este es también de mis lugares preferidos.
-No la había visto antes.
-Siempre estoy en el anonimato.
-Como muchos…
-Sí, como muchos…
Patrick mira a la mujer; tiene una remera azul y un gran abrigo de lana que llega hasta ocultar sus piernas; fuma aquel cigarro con mucho detenimiento, aspirando con lentitud todo el humo que sale de él.
-Sabe algo –prosigue ella-. Siempre pensé que este era el lugar perfecto para matarse. Ante la mirada atenta de todo este esplendor, sería algo único. Lo intenté dos veces, pero… algo me detuvo. Es difícil de explicar qué fue.
-¿Matarse? ¿Por qué? Un suicidio le quitaría esplendor al lugar.
-No lo vi así. ¿Nunca ha pensado lo miserable que es una vida cuando todo lo que uno desea se torna en su contra? ¿Cuándo una situación se sale de las manos, y la mejor opción es decirle adiós a las cosas? ¡Qué mejor manera de hacerlo sino desde tu lugar preferido!
Patrick solo la mira sin decir nada.
-Es cobardía, lo sé; pero a veces es la única opción. –dice ella.
-La vida no es tan mala; hay miles de cosas por hacer. Mucho tiene sentido.
-Para mí nada tiene sentido ya; intente decirle eso a una persona coja, y experimentará el desagrado de alguien contra usted.
-¿Coja?
La mujer abre su abrigo y se observa su pierna izquierda amputada hasta la rodilla.
-Te quitan todo-prosigue ella-; el deseo de viajar, de conocer otros lugares, de ser libre, te vuelven miserable. Te quitan las ganas de vivir.
Patrick no responde.
-He estado pensando en hacerlo una vez más; pero no aquí. A lo mejor me encierre en mi casa e infecte mi cuerpo de fármacos; pero a veces me siento estúpida pensando en eso… ¡Qué contradicción! Vivir por compasión o morir en la miseria. No hay gente tan afortunada como usted, seguramente tiene a su esposa e hijo esperándolo con una gran sonrisa en su casa. Y no puedo hacer nada al respecto. Es su vida. Tenemos mundos diferentes. Usted ha escogido su destino.
La mujer arroja el cigarro al rio y sale tomando unas muletas que no habíamos podido notar. Mientras camina, Patrick algo impactado por las palabras de aquella mujer vuelve al carro. Se queda un instante con las manos puestas en el volante. Voltea su mirada hacia el asiento del copiloto y ve una carta que indica un nombre: “Madison”. Patrick toma el papel en las manos y se dice:
-Mi destino.
Fin de la música.

***
Cole y Selena siguen hablando en la arena; el sonido del viento y las olas es lo único que se oye.
-Hubiera sido bueno verte esta mañana –dice Selena con suspiro.
-Pude, pero no quise. Tengo que ir desprendiéndome de todo.
-¿En realidad lo quieres hacer?
Cole ríe, mientras sigue dibujando.
-Ya quisiera decidirlo.
-¿Significa que no?
-Sí, no lo quiero hacer, pero no tengo alternativa. Amo a mis padres y debo estar con ellos.
-¿Y qué de nosotros, tus amigos?
-Un buen amigo siempre estará, tal vez no físicamente, pero estará.
-¿Y qué de mí?
Cole se detiene de garabatear y la mira a sus ojos.
-¿Tú?
-Sí, yo…
-Tú siempre me has gustado. Lo sabes.
Selena sonríe algo avergonzada.
-No lo sabía.
-Pero lo presentías al menos; ahora solo lo has confirmado.
Selena mira el mar.
-Es curioso y tan extraño.
-¿Qué?
-Yo siempre estuve enamorada de ti. Siempre. Escondida y temerosa de contarte, pero siempre lo he estado.
Cole la mira sorprendido mientras Anne le toma de las manos.
-Y va a parecer ridículo lo que te voy a decir, pero no quiero que te vayas, no quiero que dejes Milwaukee.
Cole la mira con incomprensión. No responde nada; solo el sonido de las olas alrededor es prominente.
-Haz de pensar que estoy fuera de casillas -dice Anne.
-Y lo estás, -sonríe-, y es lo que siempre me ha atraído de ti.
-¿Entonces?
Cole no responde, la abraza y posterior a eso la besa. El firmamento ve caer el sol, anunciando la llegada de la noche.

***

La cámara detenida de frente observa la casa de Patrick y Rachel. A dentro ella está sentada en su cama con su bata de dormir. Tiene los ojos llenos de lágrimas. Se levanta y se dirige al baño; se deja mojar el rostro por las gotas que caen del lavabo. Se limpia la cara con una toalla que guinda en una esquina. Sale y vuelve a la cama, se queda sentada hasta que se escucha el entrar de alguien a la casa, es Patrick.
-¿Sucede algo cariño? –pregunta Patrick al ver a su esposa en mal estado.
Rachel no responde, Patrick queda de pie observándola.
-Son muchas cosas Patrick.
-¿Quieres  que hablemos?
-No se trata de hablar, sino de actuar. Y no me siento preparada para actuar.
Patrick mira con incomprensión a su esposa.
-¿Es sobre el viaje? –pregunta él.
-Sí... Me di cuenta que no estoy preparada para el cambio.
-¿De qué hablas? Ya lo tenemos definido, tenemos la casa, tenemos nuestras cosas…
-Lo sé, y estoy consciente de que lo habíamos discutido, pero… no estoy segura de hacerlo; creí estarlo, pero me di cuenta que me estaba engañando.
Patrick toma asiento junto a Rachel.
-Eres mi esposa y se supone que debes estar conmigo. Somos los dos. Esto es nuestro.
-Soy tu esposa, pero un viaje no nos define. Estoy contigo, y lo sabes; solo pido tiempo.
No puedo dejar esta casa con todo lo que significa para mí; no es tan fácil.
-Tampoco lo ha sido para mí. Hice esto pensando en ustedes.
-Y te lo agradezco, pero siento que aun no es la hora.
-¿Entonces cuándo?
-Eso es lo que tengo que averiguar.
Patrick agacha la mirada, Rachel le toma de las manos; mientras este balbucea otras palabras.
-¿Y Cole? –increpa él con una voz casi apagada.
-Tú sabes bien lo que quiere él.
Ambos se funden en un abrazo y beso tierno y lleno de amor.

***
Cole llega a su casa; observa la luz del cuarto de sus padres encendida, echa un vistazo y los ve tiernamente abrazados. Sonríe. Se retira. Fundido en negro.
Fin de la música.
***

Inscripción en letras blancas:
Milwaukee, sábado 10 de Julio del 2010, 08h00
Patrick sale de su casa aun siendo muy oscuro el día. Rachel desde el ventanal de su cuarto lo observa salir; este da una última mirada a la casa, luego sube al carro y se marcha lentamente. Rachel vuelve a la cama; se acuesta y cierra sus ojos. Respira profundamente.
Cole abre las persianas de la ventana de su habitación. Entra luz. Observa un papel colocado ligeramente sobre su cómoda. Lo agarra y lo lee: “Te veo pronto hijo. Te quiero” Sus ojos se cristalizan, pero no llora. Arruga la nota fuertemente y la hace descansar sobre el estante donde la tomó. Se sienta en el piso y mira el cielo desde su ventana.
Patrick viaja velozmente por la carretera de la ciudad. Su rostro serio se mezcla entre la belleza del derredor. Una potente luz ilumina su cara. Desde una toma aérea nos vamos alejando, hasta terminar en un fundido en negro.

La música continúa con el pasar de los créditos.

FIN.







5 Responses so far.

  1. Chauncey says:

    Bueno Dani... es una obra muy hermosa sobre ese algo que hace complicada a la vida: Tomar decisiones.
    Claro que si uno no está seguro de las cosas es mejor no hacerlas, aunque tampoco veo algo malo en aquellos que se arriesgan.

    Me encantó Bro!

    CHAUNCEY WAS HERE

  2. Anónimo says:

    (Sean)

    Todo un clásico en los pormenores humanos, las decisiones; el dejar atrás lo que amamos ante un futuro incierto...

    Esta obra merecía ser más larga; contar más cosas sobre la decisión de irse, su vida en ese lugar, y todo lo que van a dejar atrás!

    Aún así, genial! =)

  3. Y qué dificil es tomar decisiones, de dejar lo seguro por irse a seguir avanzado en lo desconocido... Me gustó mucho Daniel, una obra muy fina. Me encantó el personaje de Courteney Cox. FELICIDADES! :)

  4. Daniel: tendrás que perdonarme la autoreferencia, pero Adiós me ha recordado a Underneath, quizás por como tratas el drama, como das entidad a todos los personajes y como confieres a la historia un halo místico. Sabes mantener al lector en tensión durante toda la obra sin necesidad de que 'nazca' o 'muera' nadie, si me permites el chiste. Con tus obras y tus videominutos te has convertido en la revelación de este festival. Considérate el mejor director de la velada. Saludos y suerte!

  5. Excelente segunda parte de lo que se conoce como la trilogía de la decisión. Creo que en este corto, se hace más hincapié a la "indecisión", a los efectos que ésta conlleva y al desconcierto que generan. Si no me equivoco (a menos que me haya formado una idea demasiado personal), también se acentúa la miseria humana, que nunca estamos contentos con lo que somos, o lo que tenemos, y eso hace más difícil la toma de decisiones. En cuanto a la manera de escribir, me gusta mucho, tus descripciones y manejo de los personajes. Enhorabuena por ser uno de los directores más productivos (Y qué producciones!) de este festival.

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