GALA DEL DB5: 11/02/11

México: 19 Hs
Perú: 20 Hs.
Ecuador: 20 Hs.
Venezuela: 20:30 Hs.
Argentina: 22 Hs.
España: 1Hs (12/2)
Posted by DB5 | lunes, 24 de enero de 2011 | 3 comentarios



Título: Reclusorio

Director: Alvaro Casalino. Perú

Género: Terror/Suspenso

Clasificación: Mayores de 16 años: Terror, violencia.

Elenco:
Peter (Adam Chubbuck)
Paul (Stephen Jasso)






Música:
Sympathy for the Devil- Rolling Stones:


Jesús, Alegría de los Hombres-Johann Sebastian Bach:


Paranoia 1- Producción propia:


Pesadilla 13- (Producción propia):



Sinopsis: Una vieja casa…con un terrible secreto que abrirá las mismísimas puertas del infierno para aquellos que viven en ella.



Argumento:

Los créditos se muestran brevemente sobre un fondo negro, sin música. Ruido ambiental de automóviles y pájaros que cantan. Cuando terminan los créditos, hay un paneo que muestra una pista en medio del campo.
Un automóvil azul pasa velozmente por la pista; En la radio del auto se escucha “Sympathy  for the Devil” de los Rolling Stones.
Dos jóvenes están en los sentados en los dos asientos delanteros del auto: Peter y Paul. Los dos parecen tranquilos, felices.
En el asiento posterior hay varias cosas, guardadas en cajas. También está el perro de Peter, un enorme labrador dorado, llamado Lucas, el cual asoma su cabeza alegremente por la ventana del auto. Paul vuelve el rostro hacia Peter, quien conduce el auto.

Paul: Gracias por permitirme quedarme en tu nueva casa, Peter…
Peter: (La música no le permite oír bien) ¿Qué?...
Paul (Alzando la voz) Gracias por quedarme en tu nueva casa, Peter.
Peter: Espera… (Baja el volumen del auto) ¿Qué me dices, Paul?
Paul: Gracias por permitirme quedarte en tu casa, Peter.
Peter: Ah…No es nada… (Ríe) Me gusta ayudar a quienes están necesitados…
Paul: Además, sé que te orinarías de miedo por tener que pasar la noche solo en aquel viejo caserón. (Los dos jóvenes ríen)
Peter: Tú sabes que no estoy solo… ¡Tengo a mi fiel Lucas! (Paul acaricia la cabeza del perro)

El auto sigue avanzando por la carretera, y la música cambia repentinamente: Ahora es la pieza de música clásica “Jesús, alegría de los hombres”, cuyo tono sereno se escucha mientras el auto de Peter llega a un viejo caserón, ubicado en las afueras de la ciudad.
Un bosque pinos rodea la zona, la música clásica sigue escuchándose mientras Peter y Paul van bajando las cosas del auto.

Paul le echa una mirada al caserón. Tiene todo el aspecto de casa embrujada, aunque al mismo tiempo, conserva cierto encanto, más que nada por las elegantes formas de la construcción.
Paul: Un gran sitio ¿Eh?
Peter: (Indiferente) Pssí… Pertenecía a mis abuelos…Ellos eran una pareja de lo más excéntrica, ¿Sabes? Pero no te preocupes…Por fuera se ve viejo, pero por dentro, tiene todas las comodidades de una casa moderna…

La siguiente escena tiene lugar en el interior de la casa. Paul enciende una luz del pasillo, la cual tintinea levemente.
 Paul: Todas las comodidades de una casa moderna, ¿Eh? Tal parece que el abuelo se olvidó de arreglar algunas luces…
Peter: (Un tanto desconcertado) No entiendo…La última vez que vine estaba todo perfecto…
Paul: ¿Hace cuanto viniste? ¿Veinte años?
Peter: Tres días, solamente…En realidad, desde la lectura del testamento del abuelo he venido aquí varias veces… (La luz se normaliza) ¿Ves? Ahora todo está normal.

Todas las demás habitaciones se ven completamente normales. Hay algunos cuadros colgados en la pared que parecen datar de una época antigua, pero todos estos se ven absolutamente normales, incluso hermosos: La gran mayoría de estos representan escenas de la vida en el campo. Paul los examina todos con mucha curiosidad.
Lucas corretea por las habitaciones.
Peter: Eh, Lucas… ¡No hagas destrozos!

La atención de Paul recae finalmente en una pequeña foto en blanco y negro, colocada sobre un librero. Peter se acerca a Paul.

Peter: El abuelo…Y la abuela, de jóvenes… ¿Qué te parecen?

Paul se encoge de hombros.

Paul: ¿A qué te referías con que eran una pareja “excéntrica”?

Peter guarda silencio por unos breves instantes.

Peter: Bueno…No eran los abuelos típicos…Pero tampoco eran malas personas…Yo recuerdo que eran muy buenos conmigo, aunque en los últimos años me la pasé muy alejado de ellos…

Paul asiente con la cabeza, pero no parece muy convencido. Los dos siguen revisando las habitaciones: Hay un espacioso salón comedor con chimenea, cinco dormitorios, dos cuartos de baño, y una habitación vacía, sin ningún mueble. La pintura de los muros de la habitación parecen bastante descuidados, con grandes desconchones. Una pequeña puerta se encuentra a un extremo de la habitación.
Paul: ¿Y esto?
Peter:(Rascándose la cabeza) ¿Y esto?...Pues…No es nada…
Paul: ¿Y la puerta? ¿A dónde lleva?
Peter: A ninguna parte. Es una puerta condenada.

(Paul se acerca hasta la puerta e intenta abrirla)

Peter: ¿Qué estás haciendo? ¿No me crees? (Saca una llave de sus bolsillos, y abre la puerta. Unas tablas de madera cierran el paso al interior de la habitación) ¿Ves?

Paul: Está bien, te creo…Pero… ¿Qué es lo que había en el interior de esa habitación?

Peter: (Encogiéndose de hombros) No había nada.

Paul: ¿Por qué tapiarían la entrada a esa habitación, si no hay nada dentro de ella?
Peter: ¿Y cómo voy a saberlo? Desde que era niño, y venía esta casa, esta puerta ha estado tapiada…

Paul: Está bien, está bien…No te enojes…
 Peter y Paul terminan de acomodar sus cosas en la casa. Durante la tarde, Paul juega con Lucas con una pelota de tenis. El perro ladra alegremente. La cámara observa sus movimientos desde lejos, como si alguien estuviese observándolos.

Peter se acerca a Paul.

Peter: ¿Y bien? ¿Qué te parece?
Paul: ¿Qué cosa?
Peter: La casa… ¿Qué te parece? ¿Crees que puedas permanecer aquí durante las vacaciones?
Paul: La casa está bien…Es sólo que…
Peter: ¡Vamos, Paul! Esto no es “El Resplandor”… No hay ningún fantasma en esta casa…Cuando era niño, pase muchos fines de semana en esta casa, en compañía de mis padres, y no pasó nada…
Paul: No es la casa, Peter…
Peter: Entonces… ¿Qué es?
Paul: Bien…Resulta que…
Hay un breve instante de silencio. La cámara enfoca el rostro de Paul.
Paul: No puedo volver a mi casa…
Peter: ¿Qué?
Paul: Es el nuevo novio de mi madre…Él me echó de casa…
Silencio. La cámara se aleja de los dos jóvenes. Paul sigue hablando.
Paul: Perdona por no habértelo dicho antes, Peter… No quería… (Sonríe de forma infeliz) no quería arruinar tus vacaciones…Sólo pensé pasar un buen rato juntos, como amigos…Por eso no te lo dije antes…

Peter se sienta en un sillón.
Peter: Que mierda.
Paul: Sí, una mierda completa…

No obstante, en la siguiente escena, Peter y Paul están cenando y conversando, como si nada.
Peter: ¿Y has pensado en qué vas a hacer ahora?
Paul: Bueno…Pensé a quedarme a vivir aquí unos cuantos días, hasta que consiga un trabajo y pueda alquilar alguna habitación en la ciudad…Digo, si no te molesta…
Peter. No, no me molesta… ¿Para qué son los amigos si no es para esto?
En la siguiente escena, los dos chicos están en sus respectivos dormitorios, mientras que el perro duerme en su cesta, en un extremo de la sala.
Luego de permanecer pensativo sobre su cama, Paul finalmente se acuesta y paga la luz de la habitación.

La cámara recorre las diferentes habitaciones del caserón a oscuras. Todo parece normal. En la habitación vacía, la cámara hace especial énfasis en la puerta condenada, de cuyo interior parecen provenir unos leves ruidos, semejante al murmullo de voces que conversan.

A la mañana siguiente, durante el desayuno, Peter revisa el frigorífico.

-¡Diablos!- exclama- Sabía que me ayer me había olvidado de comprar algo…

-¿Es urgente?- pregunta Paul.

-Bueno, para mí sí lo es…- responde Peter con una sonrisa. Se acerca a la mesa del comedor y toma las llaves del auto- Me voy a la ciudad, ahora vuelvo… ¿Necesitas algo del supermercado?

Paul niega con la cabeza. Desde la cabeza observa a Peter irse en el auto. Lucas se acerca a Paul, quien le acaricia su cabeza.
 Paul lanza la pelota de tenis a Lucas, para que la busque. Mientras el perro va por la pelota, Paul siente curiosidad y va hasta la habitación vacía.

Luego de permanecer unos instantes observando fijamente la puerta condenada,  Paul se encoge de hombros y se da media vuelta, preparándose para salir de la habitación.
Sin embargo, antes de que salga de la habitación, cree oír un leve murmullo, el medio del cual alguien parece pronunciar con gran dificultad su nombre.

-Paul…

Paul se da media vuelta, y se acerca a la puerta condenada. Entonces se da cuenta de que los desconchones han aumentado en la pared, y ahora pueden verse unos cuantos trazos, aunque no se puede ver muy claramente que es lo que representan. Paul va por las llaves de la casa, que Peter dejó en la cocina,  e intenta abrir con cada una de estas la puerta condenada. Cuando por fin abre la puerta, una vez más se topa con aquel muro de madera.

Paul parece un tanto desconcertado por esto, pero cierra la puerta y abandona la habitación vacía. Cuando se va, unos leves murmullos pueden oírse desde el otro lado de la puerta. Unos cuantos fragmentos de la pared caen, sin hacer ningún ruido,  y, en el suelo avanzan unos pequeños insectos, parecidos a gusanos.
Cuando Peter vuelve a la casa, Paul no le dice nada de lo que pasó.
Los dos siguen su rutina habitual, pero esa noche son despertados por unos extraños ruidos, semejante a madera crujiendo.

Peter: ¿Qué diablos es eso?
Paul: Parece venir de la habitación vacía…
Los dos se levantan y prenden las luces del pasillo. No hay luz dentro de la habitación vacía, así que los dos jóvenes llevan linternas. Los crujidos siguen escuchándose con más y más intensidad.

-¿Qué diablos está pasando?- pregunta Peter, y con gran esfuerzo, logra abrir la puerta condenada. En cuanto lo hace, se da cuenta de que gran parte del muro de madera ha cedido, y puede verse una extraña habitación en su interior.

Peter: (Alumbrando con la linterna) ¿Qué diablos es esto?
 Muro de madera termina por ceder, ante la presión ejercida por Peter y Paul. Con asco y sorpresa, los dos descubren varios gusanos blancos en los trozos de madera esparcidos en el piso. Pero lo que llama más su atención es el símbolo que adorna la pared de aquella habitación recién descubierta: Una especie de estrella de cinco puntas, así como una serie de inscripciones en un idioma desconocido.

A la mañana siguiente, los dos jóvenes discuten acerca de su hallazgo.

Paul: ¿Por qué esa habitación estaba tapiada? ¿Qué significan esos símbolos en las paredes?

Peter parece estar a punto de decir algo, pero luego se contiene.

Paul: Peter… ¿Sabías tú de esta habitación?

Peter niega con la cabeza.

Peter: Yo…Yo no sabía acerca de esta habitación, pero…
Paul: ¿Pero qué?
Luego de un breve, pero incómodo silencio, Peter habla:

Peter: Yo no sé bien que son esos símbolos…Ni sabía acerca de esta habitación. Sin embargo…Sin embargo tal vez tenga algo que ver con las creencias de mi abuelo…

Paul: ¿A qué te refieres?
Peter: Mis abuelos…Mis abuelos no eran cristianos. Ellos fueron ateos durante una buena parte de su vida, aunque en su vejez se unieron a una secta gnóstica, la cual predicaba que la humanidad veneraba a un dios falso…Y que las historias de la Biblia no eran más que mentiras, fabricadas por un demiurgo malévolo…
Paul observa fijamente a su amigo, con sorpresa y desconcierto.

Peter: Cuando mis abuelos comenzaron a hacer públicas sus creencias…Mis padres se alejaron de ellos…También me aconsejaron no volver a verles…Sin embargo, yo les desobedecí en una ocasión, visitándoles poco antes de la muerte de la abuela…Ellos me dijeron…Me dijeron una serie de cosas extrañas, que no llegué a entender muy bien. Después de eso, me convencí de que ellos estaban locos…Y no quise saber nada de ellos…Hasta que…Hasta que me enteré  de la muerte de la abuela. El abuelo murió unos pocos meses después…

Los dos permanecen en silencio. La cámara los enfoca de lejos, dando la impresión de que alguien les está observando.

Paul: Y ellos… ¿Nunca te hablaron de aquel cuarto?
Peter: No…Nunca lo hicieron…La verdad…Nunca pensé que adentro de ese lugar estuviera…Eso…


En la escena siguiente, los dos entran en la habitación, la cual parece una réplica exacta de la habitación vacía, incluso con los mismos desconchones. En el interior de la nueva habitación, no hay nada, salvo una caja de cartón, en cuyo interior hay varios lienzos vacíos, o con los dibujos borrados.
Sólo uno de los lienzos ha permanecido intacto: Se trata de un cuadro que representa la resurrección de Lázaro. Las figuras de Cristo y María Magdalena obedecen a los cánones convencionales de la pintura renacentista, aunque el aspecto de Lázaro es por demás extraño: Gran parte de su cuerpo aún permanece cubierta por los vendajes, aunque las partes del torso y el rostro que pueden verse parecen estar en estado de descomposición. Más extraños son los ojos de Lázaro, los cuales parecen estar vivos, aunque su mirada parece perdida, como buscando a alguien no presente en el cuadro.

Paul: ¿Y esto? ¿No dijiste que tus abuelos no eran cristianos? ¿Por qué tendrían un lienzo así en su casa?
Peter: No lo sé…No sé qué…
Paul: ¿Qué haremos con estos lienzos?
Peter: ¿Qué crees tú? No quiero tener nada de esta habitación en mi casa…

En los días siguientes, Peter y Paul tiran los lienzos a la basura, y borran los símbolos dibujados, pintando encima de estos. No contentos con esto, los dos jóvenes tapian nuevamente aquella habitación, esta vez con cemento y ladrillos. Además se dedican a fumigar cada una de las habitaciones de la casa, a fin de matar a todos los gusanos y termitas que pudiese haber, aunque, a decir verdad, no parecen haber gusanos en ninguna parte, salvo en la habitación de los desconchones. Una vez toda la labor está terminada, Peter y Paul parecen satisfechos con el trabajo, y se echan a descansar en los sofás. No obstante, algo llama la habitación de Paul.

-¿Qué es eso?- pregunta Paul, señalando a uno de los cojines de uno de los sofás de la sala. Algo blancuzco parece brotar del interior de estos. Con repugnancia, los dos chicos descubren a unos gusanos royendo en el interior de los cojines.
-Pensé que  habías echado insecticida, Peter- dice Paul, con tono de reproche.
-Sí lo hice…- responde Peter, un tanto molesto.
Peter tira el cojín al interior de una bolsa negra de basura, con los lienzos.
De nuevo, los dos jóvenes parecen sentirse invadidos por una gran incomodidad. Sin embargo, los dos se esfuerzan por seguir con su rutina habitual, aunque durante la cena, apenas intercambian palabra alguna.
 Peter opina que tal vez lo mejor sea que los dos vuelvan mañana a la ciudad, y una vez allí vuelvan a instalarse en la casa de los padres de Peter. Paul está de acuerdo con la idea, aunque no le agrada el hecho de tener que quedarse una noche más en aquel caserón extraño.
Durante la noche, mientras Paul y Peter duermen,  unas extrañas manchas se expanden silenciosamente a través de los muros de las demás habitaciones; un extraño ruido, semejante a un murmullo parece provenir desde el interior de los muros.
Lucas se levanta y se pone en estado de alerta. Algo parece haberlo asustado.
Mientras tanto, Paul tiene una pesadilla, durante la cual se ve a sí mismo en medio de un extraño bosque, cerca de una gruta, muy parecida a la gruta de donde emerge Lázaro en el lienzo. De esta gruta brotan unos seres horribles,  semejantes a cadáveres descompuestos, de cuyos órganos brotan unos gusanos blancos, muy parecidos a los que royeron el muro de madera que tapiaba la entrada a la habitación secreta.
Estos seres caminan hacia Paul, el cual quiere huir, pero no puede hacerlo, porque unas manos que brotan de la tierra tienen sus piernas atrapadas.
Paul es llevado por los seres al interior de la caverna, en donde estos le envuelven con unos lienzos, hasta cubrir todo su rostro, mientras Paul da gritos de terror.
Paul despierta agitando, sudando copiosamente. Él parece haber sentido algo extraño bajo su almohada, y al momento de revisar bajo esta, encuentra un sudario, muy semejante al que Lázaro llevaba puesto en el lienzo.
Paul se levanta de la cama, y sale de su habitación, llamando en voz alta a Peter, pero nadie le responde. Paul entra a la habitación de Peter, la cual está vacía. Recién entonces se percata de las horribles manchas negras que se han expandido por todas las paredes de la casa.

La cámara enfoca el suelo de la habitación de Peter, en donde pueden verse unas extrañas huellas, así como un rastro de barro y sangre.
Unos cuantos gusanos blancos avanzan repugnantemente sobre las sábanas. Paul retrocede y sale de la habitación.
Paul escucha entonces el quejido del perro Lucas, el cual se oye como si le estuviesen matando. El lugar de donde proviene el ruido es la habitación vacía, en donde está la puerta tapiada. Antes de que Paul pueda entrar a la habitación, brota desde el interior de esta numerosos seres, en estado de descomposición, sin ojos, y asediados por gusanos y moscas. Entre ellos están Peter y Lucas, los cuales también se han convertido en monstruos sin ojos.

-¿Peter?- pregunta Paul, horrorizado, al ver el casi irreconocible estado en el que ha quedado su amigo.

Peter parece estar a punto de articular el nombre de Paul, pero antes de que lo haga, la mandíbula se le desprende del rostro. Peter se abalanza sobre Paul, e intenta agarrarle de un brazo, pero Paul se libera de este y corre hacia la planta inferior de la casa, perseguido por aquellos horribles seres.
Todo el lugar parece completamente cambiado: No sólo las paredes están cubiertas de manchas negras cuyas formas se asemejan a monstruos, sino que también unas extrañas plantas, semejantes a raíces, brotan de los muros, todas ellas cargadas de gusanos y cadáveres de pequeños animales en estado de descomposición, que se mueven nerviosamente, como intentado liberarse de las ramas.
Paul intenta inútilmente abrir la puerta de la casa: Tanto los cerrojos como las ventanas están cubiertas por aquellas monstruosas raíces. Sin ningún otro refugio, corre a la cocina, en donde se encierra, mientras los seres golpetean las puertas de la cocina.
Paul intenta abrir la puerta trasera de la casa, ubicada en la cocina, pero, cuando la abre, descubre con desesperación que hay un muro de ladrillos y cemento detrás de esta. Las ventanas de la cocina también están tapiadas. Los seres están  a punto de derribar la puerta.
La atención de Paul se centra sobre un cuchillo de cocina, que Peter había dejado sobre la mesa durante la cena. Sin ninguna otra opción, Paul toma el cuchillo y se quita la vida, cercenándose el cuello.
En cuanto cae muerto al suelo, cesan los golpeteos a la puerta. Ahora no hay más que silencio.
Los muros de la casa han quedado completamente normales ahora: Ya no hay rastro alguno de las manchas o las raíces monstruosas.
En los muros de la habitación vacía, ahora pueden verse claramente los trazos que habían sido dibujados en estos: Se trata de una burda representación de los seres que invadieron la casa. Junto a ellos, aparecen unos monstruos horrendos, semejantes a demonios. Algunos de los seres representados en los muros están de rodillas ante ellos, como venerándoles. Dos ancianos están de rodillas, en medio de aquellos repugnantes seres, en actitud de adoración hacia esos grotescos seres.
La puerta de la habitación vacía se abre: En el mismo lugar en donde estaba dibujada la estrella de cinco puntas, ahora aparece colgado el cuadro que representa la resurrección de Lázaro. La cámara se acerca, revelando a dos personajes nuevos, incluidos en el cuadro: Peter y Lucas.

La cámara va alejándose de la casa. De lejos, la cámara capta el movimiento de unos extraños seres, vagamente humanos, los cuales avanzan lentamente hacia el interior del bosque de pinos. Fundido en negro.
Los créditos transcurren en silencio, sin música.

Notas del director:
·        Las escenas transcurren en el orden en el que son narradas.
·        El aspecto visual de esta película es semejante al de las películas del Dogma 95: Las tomas (Incluso las que involucran un elemento fantástico) están realizados con cámaras de mano y sonidos ambientales, sin música de fondo, salvo en las escenas finales en las que se escucha  Paranoia 1, y algunos fragmentos de “Pesadilla 13” (Principalmente en las escenas finales)          
·         A pesar de ser una película de tema fantástico, el tratamiento visual es enteramente “realista”, sin muchos artificios.
·        La película no usa efectos digitales de ningún tipo, solo efectos tradicionales

3 Responses so far.

  1. Bueno, la obra terrorifica del festival... Y lo mas sobresaliente es que es sencilla pero guarda el lumbral fastasmagorico que resulta excelente en un buen film de horror.
    Muy bien los personajes, aunque creo que faltó un poco de naturalidad en las expresiones, pero está muy bien hecha...

  2. El final me moló! Cruce de La guarida y La semilla del diablo. Quizás la acortaría un poco, pero en general es interesante y da el toque de terror al festival. Me gusta!

  3. "Al final el tipo gordo se los come a todos, verdad?" hahaha no, fuera bromas.
    Me ha gustado más que Hypnos porque, a pesar de ser más corta, cuenta más y deja mucho más para pensar. El final es grandioso (digna de una obra como Los Otros de Amenábar) y el título simplemente genial.
    Felicitaciones!

  • Welcome Message

Con la tecnología de Blogger.